lunes, 1 de octubre de 2012

LA MORENADA ES 100% PACEÑA

Esta danza adquiere gran fuerza en el Departamento de La Paz. Declarado por la UNESCO Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de La Humanidad.

La Morenada o Danza de los Morenos es una danza del altiplano boliviano donde los bailarines se disfrazan como negros enmascarados con rasgos exagerados.

El   lugar preciso de su origen y simbología son aún motivo de debate. Según la Prefectura del Departamento  de La Paz habrían sido los pobladores de la península de Taraco quienes crearon esta danza, difieren sobre el significado de la danza entre si hace referencia a la rebelión en una hacienda, al pisado de uvas o la caminata de los esclavos arrastrando sus cadenas. En la Fiesta del Gran Poder y en el Carnaval de Oruro, el segundo carnaval más famoso de Latinoamérica.

El origen
 La Morenada es una danza cuyos orígenes se remontan a los tiempos de la colonización española. Muestras iconográficas demuestran antecedentes que no necesariamente son "morenadas", pero que si establecen un precedente totalmente distinto pero relacionado. A pesar de que hay opiniones muy controvertidas en cuanto al origen de la Morenada, respectivamente Danza de los Morenos, existe un cierto consenso en el hecho de que esta danza no tiene nada que ver con la cultura de los esclavos africanos traídos a Bolivia a partir del siglo XVI. Sin embargo, muchos autores afirman que la Morenada fue inspirada en esos africanos. Si uno cree en lo que el cronista Guamán Poma de Ayala describe, los esclavos africanos eran tramposos, ladrones, jugadores y borrachos, que frecuentemente molestaban a las mujeres y muchachas indígenas y que se relacionaban con prostitutas. Sin embargo, la misma Poma de Ayala cuenta que la mala alimentación casi obligaba a los esclavos a verse en la necesidad de robar. 100 años más tarde, Bartolomé Arzans y Vela, autor de la Historia de la Villa Imperial de Potosí, muestra una similar actitud negativa, relatando las crueldades que cometían los negros en contra de los indígenas y retratándolos como peones de los odiosos blancos. En el caso de que esta actitud de rechazo haya sido compartida por la mayoría de la población indígena y mestiza parece lógica la creación de una danza que satiriza al personaje del Moreno.

Al parecer los esclavos africanos se mostraron públicamente por primera vez en un gran acontecimiento en el año 1555: hicieron su aparición junto a sus amos en una fastuosa procesión celebrada en la ciudad de Potosí. Surgieron cofradías de negros no sólo en Potosí sino también en La Paz, pero no existe al parecer una referencia concisa en cuanto al destino posterior de esos esclavos: Beltrán Ávila cuenta sobre mineros negros en Poopó, Crespo opina que la mayoría de los negros trabajaba en el servicio doméstico, pero también describe el duro trato que recibían los esclavos negros que trabajaban en la Casa de la Moneda. Gisbert por su parte afirma que solamente trabajaban ahí. Aun así, ella cita a Felipe Godoy, quien encontró en las listas de las minas del año 1607 una veta de los morenos que pertenecía al afro-boliviano Antonio de Ulloa, donde podrían haber trabajado afro-bolivianos. También nombra la descripción que hace Arzans sobre la mascarada de Potosí del año 1716, donde hicieron su aparición una tropa de “etíopes“, acompañando a su rey, quien podría haber servido como modelo para el Rey Moreno, figura de la Morenada. Aquí Soux aporta un detalle interesante: cita a Bertonio para aclarar el uso confuso de las palabras moro, moreno y negro. – En el diccionario de Bertonio el sinónimo de “morenos etíopes” es “yanaruna, negro” mientras “negro” aparece como sinónimo de “moreno”. Los moros del norte de África y los etíopes como representantes de la África negra estaban asociados con el mundo musulmán. Sin embargo los ángeles apócrifos visualmente presentes en los Andes provienen del libro bíblico de Enoc, únicamente reconocido por la iglesia copta cristiana desarrollada en Etiopía.

A pesar de que los esclavos negros traídos a Bolivia provenían de países totalmente diferentes como Angola, Senegal y Congo, su imagen parece haberse sobrepuesto con la de los moros. Gisbert relaciona el origen de todas las danzas negras del altiplano peruano-boliviano con las fiestas de Reyes, en las que regularmente participaban grupos de negros y Thola supone que la Morenada surgió alrededor del año 1790 en las ciudades mineras de Oruro, Colquechaca y Poopó.

En todo caso hay que aclarar que no todos los personajes de la Morenada bailan con una careta de negro, esta queda reservada para los Caporales (capataces negros) y los Morenos. La máscara de Moreno más antigua que se conserva data del año 1875 y fue realizada por Pánfilo Flores. Esa máscara tiene un aspecto mucho más sutil y delicado que los ejemplares usados hoy en día, en los que se destacan los ojos extremadamente desorbitados y la lengua saliente, elementos que supuestamente representan el cansancio y el efecto producido por el soroche (enfermedad de la altura). El sonido de la matraca de los morenos se asocia generalmente con el chirrido producido  por el roce de las cadenas que portaban los esclavos.

Una hipótesis popular relaciona los característicos pasos  cansinos   de los   Morenos  con  el pisado  de   uvas. – Para Urquizo Sossa la Morenada representa la sublevación de los negros contra el temible Caporal, al cual mediante engaños emborrachan para luego hacerle   pisar uvas, pero Vargas piensa que son los propios Morenos, los que  tienen que pisar  las uvas. Ya en partituras de Morenada del 1860 se encuentran referencias al pisado de uvas y el relato escenificado practicado por las fraternidades hasta los años 1950  se refiere a dicha actividad. Aunque hoy en día ya no existen poblaciones negras en el área de cultivo de vino, en los siglos pasados sí habían esclavos negros trabajando en viñedos. La información   disponible se refiere a varias poblaciones de Cochabamba, en las que a partir del  año 1590 en adelante se hace evidente la presencia de esclavos negros, (aunque habría que profundizar los respectivos estudios en cuanto a posibles asentamientos negros en Sucre y Santa Cruz y de la desaparición y/o el traslado de los afro-bolivianos a los Yungas de La Paz). En Mizque/Cochabamba servían tanto en las chácaras de coca y vino como en la labor doméstica. Según los datos proporcionados por el Obispo de la diócesis Mizque-Santa Cruz, Antonio Epíscopus de la Barranca, en el año 1618, habían 250 esclavos negros y 150 mulatos y “zambaigos” en esa zona, que constituirían un 3% de la población de entonces. En el censo del año 1787 realizado por Francisco Viedma, Intendente de la provincia de Cochabamba (y fuente citada por D´Orbigny) ya no aparecen esclavos negros, sino un promedio de un 19.2% de mulatos sobre un total de 18.351 personas registradas en las poblaciones de Mizque, Pocona, Totora y J. Valle Grande (probablemente San Lorenzo), hechos que me parecen dar un trasfondo al menos ya no tan “irreal” a las canciones de Morenada que hablan del pisado de uvas y a las teorías que asocian los trajes tipo “turrilito” con los barriles de vino. Además de lo mencionado no quiero descartar que los textos se hayan inspirado en el pisado de uvas en el departamento de La Paz, donde también habían viñedos (p.ej. en los valles de Río Abajo, en Q´araqhatu y Puquni) y seguramente también vivía un porcentaje aún más elevado de descendientes africanos, por más que hoy en día sólo quedan pocos pueblos yungueños con mayor concentración de habitantes afro-descendientes.

Pintura rupestre en la localidad de Chirapaca, provincia Los Andes en Bolivia representando lo que se cree son bailarines de Morenada entre los siglos XVII y XVIII.
Otra hipótesis se basa en los hallazgos de las pinturas rupestres encontrados por el arqueólogo Freddy Taboada en la región del Lago Titicaca en el año 1988. Las pinturas datan del siglo XVII y las figuras pintadas en amarillo y azul muestran una clara semejanza con bailarines de Morenos.

Estos hallazgos se toman como una prueba de la antigüedad de la danza de por lo menos 300 años y de la estrecha relación que guarda con la cultura aymara lacustre. Para los defensores de esta hipótesis los hallazgos comprueban que la Morenada nació en los pueblos de Taraco, Iquiaca y Achacachi y para Maidana, el origen y la tradición lacustre de la Morenada incluso es expresión del dualismo andino, representando la complementariedad entre las parcialidades de la tropa. Fácil esto da pena mentira puro racismo los que escriben en esto son unos racistas.


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