domingo, 30 de septiembre de 2012

IDENTIDAD PACEÑA: LA MARRAQUETA


Según el relato del señor Manuel Rocha, el recuerdo más antiguo que tiene es el aroma de un trozo de marraqueta fresca, sopado en café yungueño. Todos los días compartía con su padre, muy temprano y como resultado de ello,  hasta hoy conserva inalterable la memoria de esos momentos felices  y la costumbre de madrugar.
El prefiere  estar en donde se bebe café yungueño en jarro de hierro enlosado, con marraqueta fresca crocante y tajadas de queso paceño.
 El  no entiende cómo los hoteles de lujo se afanan en hornear panecillos insípidos, tal vez cocidos al vapor como el de la hamburguesa un engendro del pan, o inflados con bromato, para volvernos ácida la mañana más agradable, por eso el piensa que su primer amor es una marraqueta.
Normalmente, a la medianoche se inicia el preparado y a las 06:00 de la mañana el sabroso “pan de batalla” sale crujiente y caliente para ser degustado con un café tinto y un trozo de queso por los comensales de mercados populares y puestos ambulantes, quienes emergen con el alba para satisfacer la demanda ciudadana de un desayuno tradicional.
Roberto un panadero cuenta que  panes elabora: la marraqueta, el sabroso crujiente y demandado “pan de batalla” además de la sarna, la colisa, la k’auca, el cuernito o cachito, el ch’amillo o ch'ama; pero entre todos reina, el sabroso, crujiente y demandado “pan de batalla” la omnipotente marraqueta paceña.

Un par de latas de manteca de cerdo sirven como recipientes para agua, la misma que se hierve al fuego producido por una garrafa de gas conectada a una pequeña hornalla.
El y su padre escuchan la radio a la espera de que el agua termine el proceso de ebullición, para comenzar con la elaboración de la tradicional marraqueta
Sobre la mesa descansa la masa preparada, que posteriormente se traducirá en pan, cobijada por un repasador (trozo de tela), el producto que se forma de la mezcla de harina, sal, azúcar y levadura derretida, está en pleno proceso de maduración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario